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LA ADVERTENCIA DE LA BRUJA
(Instrumental)
Arbaces recibe la visita nocturna de la bruja que alarmada por unas inquietantes señales y un fuerte presentimiento, huye de Pompeya.
Le aconseja que haga lo mismo y el egipcio, planeando una nueva vida con Ione, decide hacerlo, pero no antes de ver morir a su enemigo en la arena.
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EL ANFITEATRO
(Instrumental)
La multitud contempla entusiasmada el desfile de apertura de los juegos.
Hay una gran expectación por ver morir al reo del que todo el mundo habla.
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GLADIADORES
(Instrumental)
Los gladiadores se lanzan a la arena en una lucha a muerte. Las apuestas se cruzan entre el público.
Por fin llega el momento esperado. Glauco sale a la arena aturdido, armado de un pequeño puñal para enfrentarse a la temible fiera. El león, lejos de atacar, retrocede temeroso presintiendo una amenaza intangible.
En ese momento...
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EL VOLCÁN
(Instrumental)
LA ERUPCIÓN
De repente, una fuerte explosión, hace temblar el coliseo. El volcán ha estallado. Una gran bola de fuego rasga el toldo del anfiteatro y la gente huye despavorida.
Glauco, en medio de la confusión, logra escapar y corre en busca de Ione.
MUERTE DE ARBACES
El egipcio también ha acudido en su busca. Ambos se ven enfrentados cuando, repentinamente, parte de un edificio se desploma sobre Arbaces que expira bajo los escombros.
LA HUÍDA
Pompeya se ha cubierto de tinieblas y cenizas, la gente huye a ciegas, sin rumbo. Sólo Nydia, gracias a su ceguera, es capaz de orientarse en la oscuridad. Encuentra a Glauco e Ione y les ayuda a huir del caos, guiándoles por las calles que tan bien conoce, escapando de la ciudad.
SUICIDIO DE NYDIA
Los amantes caen rendidos por el esfuerzo de la huída.
Nydia, perdida toda esperanza de conseguir el amor de Glauco, comprende que su vida ya no tiene sentido y silenciosa se adentra en el oscuro mar desapareciendo para siempre.
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FINAL
(Instrumental)
A la mañana siguiente, Glauco e Ione despiertan confusos y buscan a Nydia, pero no la encuentran. Desolados y horrorizados contemplan el desastre y, hundidos en la desesperanza, abandonan Pompeya para siempre.
Tal vez, en otro lugar, encuentren la felicidad.